lunes, 29 de junio de 2009

10 razones para no tener citas:

El tema de las citas (2)
bla bla bla

1) La dieta que empezaste no funcionó.

2) Ya no te gusta pasear por Palermo.

3) Te podés contagiar la gripe porcina.

4) El miedo al compromiso no es un mito urbano.

5) No vas a tener que preocuparte si vuelve o no vuelve a llamar.

6) Tu mejor amiga siempre te entiende más.

7) Un perro sí que sabe ser fiel.

8) ¿Y si a él no le gusta Woody Allen?

9) Te invitaron a un Tupper Sex.

10) Es invierno.

viernes, 26 de junio de 2009

El tema de las citas (1)


bla bla bla

Cuando recién salimos de una relación, ¿Qué es lo mejor? ¿Empezar inmediatamente a salir o dejar pasar un tiempo para salir con otra gente?

Mi amiga Cecilia es una gran organizadora de la vida de los otros. Estuvo leyendo mis últimos post y me llamó por teléfono, alarmada.

Cecilia:

Paula, querida…

Paula:

Qué pasa?

Cecilia:

A ver… ¿Cuándo nos empezamos a deprimir otra vez?

Paula:

No estoy deprimida.

Cecilia:

A ver… ¿Hoy que hiciste cuando volviste del trabajo?

Paula:

Me acosté a dormir.

Cecilia:

¿Y ayer?

Paula:

Me sentía mal y…

Cecilia:

...te acostaste a dormir.

Paula:

¿Qué? ¿Dormir mucho es el indicio de algo?

Cecilia:

de depresión, mujer

Paula:

No estoy deprimida. Sólo estoy reflexionando mucho sobre mi vida…

Cecilia:

Eso es depresión. ¿Cuándo viste que la gente feliz se tire a la cama a reflexionar? Yo te aviso. El viernes tenés una cita con mi amigo Santiago.

Paula:

Olvídate. No estoy para citas.

Cecilia:

¿Cómo que no estás para citas?

Paula:

No. Quiero estar sola por mucho tiempo.

Cecilia:

Cagamos.

Paula:

¿Qué?

Cecilia:

Me das miedo. No te quiero ver otra vez como cuando…

Paula:

Ya pasó eso.

Cecilia:

No te quiero ver mal. Pensá que vos sabías que Gastón se iba y…

Paula:

No te preocupes.

Cecilia:

Bueno, pero no perdés nada si el viernes lo conocés a Santiago. No es un pesado. Es divertido. Yo le conté de vos y…

Paula:

Cómo que le contaste de mí? No te autorizo. Yo ahora no quiero salir con nadie. No tengo ganas.

Cecilia:

No sólo le conté de vos sino que le mostré tu blog y quedó embobado.

Paula:

¿Mi blog?!!!! ¡Estás loca!

Cecilia:

Pero le encantó. Te quiere conocer. Me está volviendo loca.

Paula:

Pero yo no lo quiero conocer a Santiago.

Cecilia:

Dice que sos muy inteligente y que le encanta tu sentido del humor. Que ya se leyó todo el archivo entero.

Paula:

¿Y me quiere conocer?

Cecilia:

Si.

Paula:

Pero seguro que todavía no pasé la prueba del facebook.

Cecilia:

Ah sí. La pasaste. Ya le mostré fotos tuyas. ¿Te paso su blog?

Paula:

Yo no quiero ninguna cita, ahora. De verdad. Prefiero que el viernes miremos otra vez Lost in Translation.

Cecilia:

Ah no. Yo otra vez no la miro. ¿Por qué no querés conocerlo a Santiago?

Paula:

¿Y por qué no saliste vos con Santiago? Si no saliste vos con Santiago es porque algo tiene.

Cecilia:

Somos amigos de la primaria.

Paula:

Con más razón.

Cecilia:

Te quiere conocer a vos.

Paula:

Pero yo no estoy para citas. Y punto. No se habla más del tema.

Y me acosté a dormir.

martes, 23 de junio de 2009

Autocrítica


Hablemos mal de mí
bla bla bla

El viaje de Gastón me hace pensar mucho. Mucho en mis antiguas relaciones. Ojala hubiera podido despegarme con tanta facilidad de mis otras parejas pero la verdad es que siempre llevé mal las rupturas. Supongo que haber tenido esta experiencia con él me va a ayudar a aprender un poco sobre los tiempos de cada uno y las vueltas del destino sin tratar de entenderlos. Aunque me pone triste, lo acepto. Era así. Tenía que ser así.

Pero cuando terminé mi relación más significativa no lo manejé bien. De hecho, lo manejé muy mal. Lejos de aceptar que la relación no funcionaba como una mujer madura lo hubiera hecho, tuve actitudes que dejaban mucho que desear. No las voy a enumerar acá, ahora, porque sinceramente me dan vergüenza. Vergüenza ajena porque no me siento identificada para nada con esa mujer desbordada con la que no se podía dialogar. De hecho, está tan lejos esa mujer de mí que no puedo volver a esos recuerdos. Están sellados en algún lado que me da mucha angustia. Lo que me horroriza no fue la situación de ruptura sino haber perdido el control. El mismo control que perdemos cuando recién nos enamoramos.

Cuando recién nos enamoramos tenemos miedo. A veces más miedo que cuando nos enfrentamos a la incertidumbre de separarse. Una de mis mejores amigas está en pleno momento de enamoramiento. El hombre perfecto llegó a su vida. Lo dice abiertamente. “Con él me quiero casar y tener hijos”. Mi amiga no es una mujer de hacer afirmaciones de este tipo. Es más bien de las que prefieren quedarse en su casa leyendo un libro al lado de su perro. Su cambio de actitud sería sorprendente hasta para Charlotte. El otro día me decía, muy alarmada: “Yo no puedo soportar estar en una relación donde yo sea la que está más enamorada”. Tiene miedo. Está aterrada. Preferiría salir corriendo que quedarse al lado del hombre de sus sueños.

Mi respuesta fue sabia. Siempre soy sabia en los asuntos ajenos. “El tema es que ahora sólo podés quedarte ahí y que él decida”. Ella sonrió y se relajó un poco.

Supongo que eso es lo que más me duele de mi relación con mi Mr. Wrong. Que él decidió que yo era la mujer equivocada.

Y más que eso, lo que más me duele, es que lo era de verdad. No estaba preparada para una relación que implicará un compromiso tal como el que teníamos. Aceptar que yo y todas esas actitudes que ni siquiera puedo enumerar por pudor, formamos parte de esa historia de separación tan dolorosa, es la tarea que más me cuesta hasta ahora. Tuve que conocer a varios payasos después de él para entender que tal vez él era el príncipe pero

la que tenía la nariz roja era yo.


lunes, 22 de junio de 2009

Extrañar.com


bla bla bla

Yo no tengo que ir al casamiento de mi hermana ni mi madre hizo una apuesta sobre mi soltería, pero tengo un problema más terrible: todas mis amigas en este breve lapso se pusieron de novias. Tendría que estar contenta por ellas. Y lo estoy. Pero la verdad es que los fines de semana me aburro terriblemente.

Ya no me motivan las fiestas estridentes pero ir a cenar me parece de viejos.

Ir al cine sola, actividad que siempre me volvió loca, de golpe me parece de solterona empedernida.

Se acerca mi cumpleaños nº…, bueno, qué importa. Cuestión que extraño a todos. Lo extraño a Gastón, a Matías, y a mi Mr. Wrong. Cuando se acerca mi cumpleaños me vuelvo insoportable.

Angie me dice que es medio raro lo que le digo. "¿Cómo que extrañás a todos? Tenés que extrañar a uno por vez”. Pero yo siento que una masa de extrañamiento que me aplasta. Y aunque suene infantil, los extraño a todos.



(Menos a Roco porque siempre me escribe).



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No desesperes. Ya va a llegar.




Esta fue la postal seleccionada en una votación en la que participaron 140 personas. La autora de la postal se llama Paula Ventimiligia.

"Me bautizaron con el extensísimo nombre de Paula Valeria Ventimiglia. Pero me llaman Pasti. O me llamaban. Era por Pastilla, aunque ahora quiero que sea por pastiche, es que soy re pegote.Volviendo. Tengo 29 años muy bien llevados, jeje. Soy diseñadora grafica; Ilustradora wannabe (hago un curso con Monica Weiss). Me gustan las acuarelas, el art noveau, el manga, comic, historieta y todo lo que vaya en viñeta. Mi blog es: paulaventimiglia.blogspot.com"

sábado, 20 de junio de 2009

No desesperes. Ya va a llegar.


bla bla bla


Cuando uno está triste, porque tenemos un amor que se acaba de ir, o porque nos sentimos solos aunque tengamos millones de amigos y una familia abultada, siempre tenés que escuchar de tus allegados cosas por el estilo: "Todavía no llegó el que es para vos", "Aún no conociste a tu media naranja", "Si no funcionó, es por algo", y se lleva todos los premios... "No desesperes. Ya va a llegar".

Así que no tengo nada más que agregar ... No desesperes, nena. Ya va a llegar.

Nunca tan atinado para este momento de mi vida.





Participan de esta categoría los trabajos de:

Gas Vegas:




















Paula Ventimiglia:





















Sol Fortuny:





















Carolina Pacini:















Pablo:














Sebastián Perinotti:
















Los trabajos son muy distintos uno del otro. Gracias a los chicos que mandaron las postales. ¡Son muy lindas! Pero mi preferida es ...

jueves, 18 de junio de 2009

Despegar.com


bla bla bla

Se despegan
los que regalan. Los que se entregan. También se despegan los ojos. Y a veces se despegan nuestros labios cuando hablamos o cuando decimos lo que no tenemos que decir. Cuando perdonamos ¿pegamos otra vez?. Cuando rompemos ¿despegamos?

El sábado a la mañana recibí un sms de Gastón.

Gastón:

-¿Estás en tu casa?

Paula:

- Acá estoy.

Gastón:

- Haceme un lugar debajo de la frazada.

A los 10 minutos tocó el portero. Haciendole caso a mi estómago, me levanté y preparé el desayuno. Cuando subió no le dije nada. Le serví café. Comimos medialunas. No discutimos. ¿Para qué? Fue como un pacto implícito. Nos abrazamos, nos besamos y, desde ahí, nos pegoteamos hasta el lunes que yo me fui al trabajo. De alguna manera, él ya había empezado su viaje: renunció al trabajo, se despidió de sus amigos y se estaba despidiendo de mí.

El fin de semana vivimos literalmente debajo de las frazadas. Miramos películas muy cerca uno del otro.

Como si tuviera un mapa, él me conoce. Es increíble cuánto me conoce en tan poco tiempo. Como si yo tuviera un mapa, yo lo conozco. Aún así, podemos pasar horas intentando descubrir un nuevo gesto, una nueva palabra. Supongo que se trata de eso. Curiosidad. De alguna manera todos actuamos por curiosidad.

Y sí. Fue la reconciliación y fue la despedida. Y si no fuera por esa química instantánea que se tiene con tan poca gente pero que yo tengo con él. Esas ganas de tocarse, olerse, comerse a besos y empezar otra vez. Y si no fuera por…

Todavía no se fue y ya empiezo a extrañarlo. Quiero llorar pero no puedo. Sólo tengo la sensación de que no está todo dicho. Que sólo el tiempo… pero todo eso me parece algo dicho una y mil veces, un discurso gastado para cubrir a la soledad.

Aunque Gastón viaja hoy, premeditadamente, el martes nos vimos por última vez. Preferimos que fuera así, para que fuera más sencillo. Ninguno de los dos cree que sea posible el amor a distancia, así que tampoco hablamos de futuro. Yo lo dejo ir. El me deja ir.

Pero mientras estábamos en la cama, él se daba vuelta y se destapaba. Yo lo miraba y pensaba en todas las significaciones del verbo despegar.

Se despegan dos cuerpos que están juntos.

El doblaba su almohada.

Se despegan las estampillas, el chicle…

Respiraba con ese ritmo lento de los recién nacidos.

Se despegan también los pies de la tierra. El papel. Los imanes de la heladera.

Me miraba de reojo de vez en cuando y volvía a decidir que tenía que hacer fiaca un rato más.

Se despegan los que se desprenden de un objeto. Los que prefieren apartarse.

El me sonrió y sentí el impulso, lo tomé de la cara y lo besé.

Gastón:

- Cuanto me va a costar despegarme de vos, Pali.

Paula:

- A mí también.

Y nos abrazamos un largo rato, sin hablar.


Despegar es lo que hacen los aviones.

Lo que hace uno cuando internamente sabe que tiene que empezar a olvidar.

jueves, 11 de junio de 2009

pOstales para VeR, leer, ReGalar

De la muerte y de los cuernos...

Esta fue la postal ganadora para la categoría "De la muerte y de los cuernos..." Participaron en la votación más de 70 personas.

"Me llamo Analia Marchi. Nací el 23 de octubre de 1979 en Clorinda, provincia de Formosa, en el límite de Argentina y la capital del Paraguay, Asunción. Desde muy chica recuerdo haber sentido una fuerte atracción hacia el arte, la pintura, el dibujo, etc.. Me fascinaban las enciclopedias de arte que habia en mi casa, y cada vez que podía sacaba los libros y me escondía para verlos con palpitaciones y emoción. Me encantaban! El dibujo siempre estuvo presente; dibujo desde que tengo memoria, y me gusta. Y decidí que quería dedicarme a eso. Como la carrera de Ilustración no existía como tal en Paraguay y este era el lugar donde mis padres iban a enviarme, estudié Diseño Gráfico en la Universidad Católica Ntra. Sra. de la Asunción, luego de haber vivido 18 años de mi vida en Clorinda. Hoy día tengo 29 años, tengo el título de Lic. en Diseño Gráfico, estoy radicada en Asunción, y sigo dibujando, me dedico a la ilustración más que al diseño; pueden verse trabajos míos en varios publicaciones: algunos libros infantiles, revistas, proyectos independientes.. actualmente formo parte de La Décima Esfera: un grupo de ilustradores y diseñadores en Paraguay que buscamos abrir el campo de la ilustración a nivel local y sentar las bases necesarias para que nuestro espacio y nuestro trabajo sean respetados y reconocidos profesionalmente aquí y en cualquier lugar del mundo; felizmente puedo decir que estoy en el lugar que quiero, y dispuesta a continuar soñando y haciendo que estos sueños se cumplan, aquí o donde sea".

miércoles, 10 de junio de 2009

De la muerte y de los cuernos...


bla bla bla


Creo todos somos conscientes de que hay dos cosas que no podemos evitar...


Esta postal la envió Ramiro Argarañaz. Genial como siempre:
















Y esta la mandó la talentosa Lee Ann:





















¡Qué dificil que está!

Siguen siendo geniales el nivel de las postales. Gracias a todos los dibujantes que participaron.

martes, 9 de junio de 2009

El corazón es un músculo sobredimensionado


bla bla bla

Mi amiga Mady, cuando tiene que tomar una decisión, no le pregunta a su corazón sino a su estómago. El estómago es menos dramático. Se mueve por las leyes de la causa y el efecto. El estómago no se apega. El estómago no sujeta. El estómago sabe más sobre viajes. Idas y Venidas. Malestares y mariposas. El corazón, en cambio, es un músculo sobredimensionado. Para entender a un hombre no se puede analizar sus ojos ni sus manos. Ni mucho menos su corazón. Habría que ensuciarse las manos y analizar sus vísceras. El corazón, ya lo dije, es un músculo sobredimensionado.

Y acá estoy, preguntándole a mi estómago, qué tengo qué hacer. Si es que hay algo que hacer todavía.



Continuar leyendo acá.

domingo, 7 de junio de 2009

pOstales para VeR, leer, ReGalar

DECIME QUE SI




"Toda mujer tiene su encanto, y a través de él puede lograr muchas cosas, así que... Decime que sí". Sab Florio.


Sabrina Florio tiene 25 años, es estudiante de Diseño de Indumentaria (pronta a recibirse), sonámbula, fóbica a los bichos, amante del color rojo y negro, y está convencida de tener el pelo rojo... aunque los meses se encarguen de dejarla castaña clara cuando no hay tiempo de hacerse chapa y pintura.

La pueden visitar y ver sus trabajos en nena-roja.blogspot.com

Su postal fue la elegida para la categoría "Decime que sí".

Participaron en su elección más de 100 personas.

Decime que sí


bla bla bla


Cuando era adolescente y estaba enamorada de un chico del último año, me hubiera encantado tener a mano esta postal para mandarsela. El la hubiera hecho un bollito y la hubiera tirado sin siquiera mirarme a la cara. Estoy segura. Pero al menos lo hubiera intentado.



Esta colorida postal la envió Guada, desde Bariloche. ¡Basta de deshojar margaritas!

















Esta es la que mandó Sebastián Perinotti, donde se puede ver a homo sapiens en plena acción de conquista.




Y Finalmente, esta sugerente y sensual postal la envió Sabrina Florio. La pueden visitar en nena-roja.blogspot.com
Ahora a votar. ¡Qué nervios!

viernes, 5 de junio de 2009

pOstales para VeR, leer, ReGalar


CAMPAÑA ANTI-SAN VALENTIN































Esta fue la postal que mandó Pablo y fue la elegida para la categoría "Campaña Anti-San Valentín" y está basada en la imagen de Love Tuly. Participaron en su elección más de 120 personas.



"Soy Pablo, 25 años, de profesión programador, me gusta la fotografía, dibujar (aunque mi capacidad para esto deja mucho que desear), la locución, leer y programar. Soy uno de los 3 dueños del blog Ignomanía (http://ignomania.com.ar) y tengo un programa de radio junto con Alejandro (de Ignomanía) cuya gracia es Manteca al Techo (http://radiomanteca.com.ar) y va los jueves a las 23 Hs".

jueves, 4 de junio de 2009

Campaña Anti-San Valentín


bla bla bla

Antes de que San Valentín se volviera una fecha comercial, en el año 269 d.c., en los tiempos de la antigua Roma, Valentín era un hombre que creía en el cristianismo y eso ya era un problema. El otro problema que tuvo es que se opuso a un decreto de Claudio III. El decreto prohibía a los soldados contraer matrimonio antes de partir a la guerra. Valentín siguió casando en secreto a las parejitas que se le acercaban. Finalmente, Claudio III se enteró y ordenó que se lo llevaran a la cárcel. Dicen que durante el encierro Valentín se enamoró de la hija del carcelero. Antes de que se lo asesinará le mandó una carta que decía "Soy tu Valentín".

La historia es dulce y adorable... ¿Pero qué culpa tenemos todos los mortales del SXXI que pasamos el 14 de febrero encerrados en nuestras casas para evitar escenas edulcoradas de parejitas rococó?

Ninguna.

Por eso, y desde el mes de Junio, sentamos el precedente de la Campañá Anti- San Valentín.




Esta la mandó Romina Biassoni. El título de su postal es "Cuidado, Sanentrenada". La pueden visitar en roilustraciones.blogspot.com :

























Esta postal la envió Julieta Manek, también conocida como Polanesa, y pueden ver sus fotos, ilustraciones y sus textos en Invisiblemente:























Y esta la hizo Pablo, de Ignomanía,un blog muy divertido:

















Finalmente, también participó de esta categoría Lee Ann, que está radicada en Asunción del Paraguay. El título de su postal es Centinela.

"Hey... no han visto ustedes al amor de mi vida...
":


















Está complicadísimo porque todos los trabajos son muy buenos. Pero sólo se puede elegir una.


¿Quienes se irán de la casa?

miércoles, 3 de junio de 2009

Tenemos que hablar (2)


bla bla bla

Tenía ganas de contestarle a Gastón que su mail me derritió. Jamás me habían demostrado tantos sentimientos juntos sin decir casi nada. Lo analicé y lo analicé de mil maneras. Yo no soy perfecta y él tampoco. Qué bueno. Pero no contesté el mail ni el teléfono. Fui directamente a su casa.

Me atendió sorprendido pero me abrazó como por media hora. Había un par de amigos en su departamento y entonces fuimos a un bar. Ahí me pidió perdón personalmente y yo respetuosamente lo escuché. Aunque no lo crean yo fui hasta ahí para decirle que estaba todo bien… pero cuando estaba ahí no pude.

El me tomó de la mano y me dijo que no quería perderme por esa actitud de cobarde que tuvo. Y casi lloró. Fue entonces que tuve este nudo en la garganta, y esa sensación de que los hombres lloran cuando saben que lo tienen que hacer. Y sentí mucha desconfianza de esas lágrimas, porque conozco bien a esos hombres llorosos que hacen lo mismo a los dos días. Y sentí que las cosas no estaban bien si él se va y yo me quedo. Eso es la única realidad. Por más que le dijera que estaba todo bien ¿Estaba todo bien? ¿Y mis sentimientos qué?

Yo era la que había bajado las defensas, la que dejé que las cosas fluyeran porque había creído que teníamos algo especial. Y decir especial es berreta, ya sé, pero yo también tengo mis momentos que busco conexión, momentos en los que soy una buscadora de belleza. Y con él pensé, qué tonta, que había conexión y había belleza, y desapareció por unos días sin que no le importara lo que yo tenía que decir. Y le dije todo eso y saqué mi enojo. “Me decepcionaste”- le dije, y es verdad. “Te vas en unos días” – le dije- “¿Para qué seguir?”.


Y entonces lloramos los dos y creo que ya no tuvimos nada de que hablar.


martes, 2 de junio de 2009

Tienes un e-mail (3)


bla bla bla

Paula:

Hoy estuve hablando con mi mejor amigo del tema. Nunca hablo con él de cosas personales salvo que sean muy importantes. Me dijo que era un tarado. Y antes de que me lo dijera, yo ya me había dado cuenta. Esto no es sólo una disculpa. Me voy en dos semanas. Estoy nervioso, angustiado. Tengo miedo de lo que me espera. Tengo miedo de estar tomando la decisión equivocada. Y encima, conocí a esta chica dulce y simpática, que se le hacen dos pocitos divinos en la cara cuando se ríe. Habla un montón. Se ríe todo el tiempo. Le gusta cantar a la mañana. Todo el tiempo me pregunto que hubiera pasado si la hubiera conocido antes. Siempre se anota en cursos extraños que abandona a la mitad. Es muy rara. No le pone queso rallado a los ravioles. Pasa horas delante de la computadora. Escribe sin mirar las teclas. Llora con la misma facilidad con la que se ríe. Le miente a todo el mundo sobre su edad. Le gusta mirar los dibujitos. ¿La conocés? Si la conocés ...¿le decís que me atienda el teléfono?

Besos, Pali.

Perdón.



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lunes, 1 de junio de 2009

Tienes un e-mail (2)


bla bla bla

Mientras copypasteo esta seguidilla de mails estoy tomando un té para sacarme este nudo en la garganta:

Gastón:

¿Me vas a decir que te pasa? No sé nada de vos y me parece que nos debemos una charla. Yo entiendo que debe ser muy movilizante tener que armar una valija para dejar el país. Darle un giro así a tu vida. Pero bueno, por mi parte quiero que sepas que te entiendo y que conocerte me ayudó mucho y que desde el principio sabía donde me metía. Ahora, la verdad, me extrañó que el sábado no me mandarás ni un mensajito. ¿Estás bien?

Paula

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Pau:

Es muy lindo todo lo que me escribiste. Para mí también fue muy importante conocerte. Pero siento que antes era más fácil. Estábamos porque lo sentíamos y no implicaba nada. Ahora, en cambio, va pasando el tiempo y estar juntos cada vez significa más. Yo me voy en unas semanas y no quiero lastimarte. Recién llegué hoy y tengo la casa un desastre. Quiero ordenar y ordenarme un poco. Me dirás que estoy asustado y es verdad. Pero necesito unos días para pensar y me los pienso tomar.

Besos, Pali.

Te quiero.

Gastón

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Gastón:

Analicé el mail como media hora y el planteo me parece absurdo por donde se lo mire. Te vas en dos semanas. ¿Qué tiempo te vas a tomar? Por otro lado, yo no me quiero casar con vos. Quédate tranquilo. Quiero que sepas que toda mi paciencia a la gente con miedo al compromiso la perdí en mi relación pasada. Perdoná pero a mí no me interesan los hombres que se asustan. Por suerte es lo único que saqué en limpio después de haberla pasado tan mal. No por eso dejé de sentir todas las cosas que te dije antes. Y para serte sincera, aunque no quieras, ya me lastimaste. No me lastima que te vayas ni nada por el estilo. Eso ya lo sabía. Me duele que dudes. No sé si lo puedo dejar pasar.

Hablamos.

Paula

Ahora mi teléfono no para de sonar pero no quiero atender.

¿No tendría que ser todo más fácil?




El amor, digo.




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