Objeto de la semana: El cassette
Me encantó hacer esta colaboración para el blog:
www.decadadelnoventa.blogspot.com
Espero que les guste.
bla bla bla
Cuando era adolescente era más fetichista de lo que soy ahora. Mis colecciones, acaso mi pequeño catálogo de amores que estaba en construcción, ya desde entonces comenzó a estar representado por pequeños objetos y alguna que otra canción. De cada amor pequeño quedaba en mí alguna música, como una foto sonora, íntima, e incluso muchas veces, dolorosa.
Para poder introducirlos en esta historia quisiera remitirme a un objeto emblemático de mi adolescencia: el cassette. Ya existía el cd, pero, en los noventa, en cualquier casa persistían como animalitos cabezaduras, el disco de vinilo heredado de nuestros padres y el cassette heredado de nuestros hermanos y primos.
Hace poco una amiga, profesora de inglés, me contó que un alumno de 10 años le preguntó: what is it? Señalando con el dedo un cassette que estaba ilustrado en un libro. Yo me reí pero me morí de la nostalgia.
El cassette poseía cualidades emblemáticas para los enamorados. Tenía exactamente los mismos mecanismos que tiene un recuerdo. El rewing era casi un trabajo artesanal. Podías volver hacia atrás para tratar de conseguir de cualquier forma la exacta sincronía de parar en el momento justo en que empezaba la canción o el estribillo, de la misma forma que uno vuelve cuidadosamente al momento del primer beso o la primera vez.
Retroceder y adelantar, dos mecanismos siempre a la mano de los soñadores.
Y ni hablemos de hacer un compilado. Hacer un compilado era un trabajo digno de un editor de cine. Los enamorados de los noventa se tomaban el trabajo de compilar la música que a veces no tenía nada que ver salvo por el azaroso punto de unión de sus recuerdos.
La mayoría eran canciones que se grababa con mucha destreza directamente de la radio. Había que apretar el stop en el momento justo porque sino entraba la voz del locutor de turno. Grabar de la radio por aquel entonces era un sinónimo de piratear un mp3.
Regalar un compilado era prácticamente sinónimo de amor.
El primer chico que me regaló un compilado se llamaba Favio y tenía 16 años.
Pero esa es otra historia.
(Que continuará en breve)
miércoles, 3 de diciembre de 2008
El del compilado (1)
Etiquetas:
el del compilado,
HABLEMOS MAL DE LOS HOMBRES
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22 comentarios:
Eric es un nostálgico.
Eric no sé, pero Paula seguro que lo es!
jajaj
Es cierto.
Paula, muy bueno el posteo en los 90's. Allá te dejé comentario sobre el bendito y añorado casette, jaja.
Bueh... al casette no lo extraño, extraño a la chica que los grababa y su mundo adolescente, ja. Besos!
Como estas Pau?
la verdad muy bueno lo quee scribiste..deje mi posteo allà tmb!!!
jajaja que flash,tuve mas de un remember!!
jaja
un beso grande
Dios
si habran salido volando cassettes al rebobinarlos con una lapicer Bic.
que nostalgia noventosa...
Los cassettes me traen nostalgia pero más los copetes y el spray de mis hermanas y cómo olvidar a los chamos y los menudo.
Me gustó
Me acuerdo que se usaban unos chupetes fluors!!!
¿se acuerdan de los chupetes fluors que se colgaban al cuello?
jajaj
(que mal)
pablito echarri era sexy con el pelo largo y jeans elastizados...
y si la memoria no me falla le faltaba un diente!
Hablás por alguna experiencia personal, Paula?
ya voy a contar publicamente mi experiencia con pablo.
pero no fue en los noventa!
Guarda que Nancy anda acechando...
fue antes de esa perra admitiera publicamente la relación.
fue durante los busca.
y ella estaba embarazada.
Chan!!!
Estamos en condiciones de afirmar que tenés una primicia entre manos?
¿vas a llamar a rial?
Lo estoy intentando hace rato, pero da ocupado. Parece que alguien ya le fue con el chimento.
mis comentario nose mandan
o nose cargan :S
te leo con gusto de acordarme de grabar mis primeros casettes y estar enamorado de chicas que usaban ridículos y espantosos chupetes fluor de sus cuellos a las que les ofrecía esos casettes objetos gloriosos porque se dejan querer y que se dejan querer porque se dejan marcar y les caben lapicerazos o rayones o calcomanías que uno ponía con infinito amor o infinita triste furia de que se fuesen deshaciendo y rompiendo y uno quería que duren mil años así como ese amor y esa chica y ese momento y esa canción a la vez que se estaba tan al borde de terminar y así uno se desesperaba por grabar aunque no como hoy se desesperan jovencitos con amores quizás iguales o mayores pero para quienes la grabación es una forma de acumulación indefinida mientras que para nosotros era un intento lleno de la intención feliz de que algo dure y poderlo volver a escuchar ver y sentir
Muy bueno Paula... me hizo acordar a alguna escena de Alta Fidelidad... que épocas aquellas... me acuerdo de armar compilados y tratar de engancharlos para los cumples!! jajaja
Que épocas aquellas en que no existia la posibilidad de bajarse los mp3 por internet, eramos tan pobres! yo corria de una punta de la casa a la otra en la que se encontraba mi grabador doble casetera para apretar rec justo cuando en la radio empezaba a sonar mi cancion preferida y me quedaba ahi con el dedo en la pausa para evitar que la locutora me cagara la cancion cuando al final de esta hablaba y decia el nombre del cantante y el titulo del tema. Eran unas grabaciones muy precarias pero eran nusestros tesoros más soñados! que nostalgia! Besos
Ya que estamos, me pueden decir qué hago con la caja con 223 cassettes que tengo bajo el equipo? Todos grabados con el sudor de mi frente como Ceci, a las corridas para soltar el pause en el momento exacto y que quedaran todas pegaditas...un trabajo de monos!!! ( multipliquen por 223)
La mejor : en un cassette que amaba con todo mi corazón mi hijito que en ese momento era un pichoncito de rinoceronte aún, soltó el pause y me sobregrabó su conversación sobre video juegos con su primito y sus uyyyy mirá cómo le mando la patada voladoraaaaaa...
en fin ! Gracias Pau por llevarnos y traernos de un tirón!!
beshosh
Arlequincita
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