
O distintas formas de elaborar un duelo
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Supongamos que tenemos una herida abierta sobre la rodilla. La herida sangra y necesitamos cubrirla. Como somos prácticos, le ponemos una curita encima. A los días, cuando la herida está un poco más cicatrizada, debemos quitar la curita. ¿ Pero cómo es mejor sacarla? ¿De a poco o de un tirón? Ambos mecanismos son válidos y tienen sus pros y sus contras. Si saca la curita de a poco el dolor es menor y eso es lo positivo. Lo negativo es que de esa forma se tarda más tiempo. Si se saca la curita de un tirón podemos hablar de un procedimiento rápido y efectivo pero muchísimo más doloroso. ¿Entonces? ¿Cómo es mejor quitarse la curita?
Algunos ejemplos
Mi amiga Angie estuvo de novia ocho años con el mismo chico. Era de esas parejas que se vivían peleando pero que seguían y seguían sin que ninguno alterara el pequeño ritmo del otro. Sus familias, la familia de cada uno, era la extensión de la propia. Incluso Angie se llevaba mejor con su cuñada que con su propia hermana. Pero el tiempo era un aliado y un enemigo. El mundo se abría como un abanico lleno de posibilidades que ninguno de los conocía por estar en la burbuja de ese noviazgo. El primero en tener curiosidad por el mundo exterior fue él que empezó a salir con otra. Se separaron durante seis meses pero otra vez volvieron. Igual ya no era lo mismo. La válvula de escape estaba abierta. Un año después, mi amiga hizo un viaje al exterior por tres meses pero no volvió por ocho. A la distancia, dejó a su novio. No fue algo tremendo. Los dos se lo tomaron bien. Todavía se llaman cada tanto para saber cómo están pero casi ni se extrañan. Estuvieron todo el tiempo que quisieron juntos, se disfrutaron, se quisieron mucho, y finalmente, cuando llegó el momento, se separaron. Cada uno siguió con su vida.
Mi amiga Claudia, en cambio, nunca fue de estar de novia. Pero hubo una excepción a la regla. Lo conoció una noche de verano en Plaza Dorrego cuando él le invitó una cerveza. Para sorpresa de todos sus amigos, se puso de novia casi inmediatamente y su discurso de la “independencia de la mujer” se fue al tacho. Se enamoraron con intensidad y les fue muy bien por dos años y medio. Pero de un día para el otro, él decidió que ya no estaba “tan enamorado”. La decisión fue muy drástica y terminante. No hubo reconciliaciones ni idas y vueltas. El día que él quiso terminar, terminaron. Mi amiga Claudia se hundió en un dolor del tamaño de una ballena con un arpón clavado en el medio de los ojos. Lo superó de a poco. Recién ahora está con otro chico.
¿Entonces? ¿Cómo es mejor quitarse la curita?
Las opiniones
El hecho es que hay mucha gente que realiza la étapa del duelo mientras todavía está en pareja. Pero hay otra que empieza su duelo justo pero justo después. ¿Hay un método mejor que el otro? ¿Es mejor seguir en una relación desgastada pero segura o es mejor dejarse ir en el momento justo aunque duela tanto pero tanto como sólo lo saben las ballenas?
Marina, una compañera de la facultad, me dijo “Cada vez que me peleaba con mi ex, yo me lloraba todo. Me acuerdo que una vez estuve tirada en la cama como por una semana. Mi tía se acercó y mientras todos me preguntaban cómo no era yo la que ponía fin a esa historia, ella sólo me dijo ¨Yo te entiendo. Es mejor volver y separarse millones de veces hasta un día, el día menos pensado, ya no te duela¨. Y fue así, tal cual. Volvimos y nos separamos tantas veces que ni nos dimos cuenta cuándo fue realmente que terminamos”.
En cambio, Clara, una recepcionista del lugar donde trabajo, me confesó: “Me arrepiento de todo el tiempo que perdí con mi ex novio. Tantos años que estuve con él para que un día me diera una patada. La verdad que me arrepiento. Tendría que haber cortado la primera vez que nos separamos. Los dos años que vinieron después estuvieron de relleno”.
Claudia, en cambio, siempre me dice que si un día antes de conocer a su ex, le hubieran advertido cómo iba a terminar todo, ella igual se hubiera tomado esa cerveza.
¿Y yo? ¿Qué pienso yo? Yo soy de las que prefieren las relaciones intensas aunque también tengan finales intensos. No importa el tiempo que lleve en el medio. Después de todo la gente que piensa que “perdió el tiempo” al momento de terminar una relación no sabe “ganar”, ni aprender, ni tiene una meta que trascienda a la historia.
Pero lo que no entiendo es… ¿Por qué me tengo que sacar la curita? ¿Por qué? ¿No me la puedo dejar hasta que se salga sola de la rodilla?